martes, 1 de junio de 2010

Qmram, Monasterio de los Esenios


Qumrán (en árabe: Khirbet Qumrán; su antiguo nombre se desconoce) se encuentra en la costa noroeste del Mar Muerto, algunos kilómetros al sur de Jericó. En una cueva en los acantilados del Desierto de Judea al sur de Qumrán, los beduinos encontraron en 1947 los primeros Rollos del Mar Muerto. A raíz de este descubrimiento, Qumrán fue excavada por el Padre dominicano R. de Vaux en los años 1951-56. Quedó al descubierto un complejo de edificios que cubren un área de 100 x 80 m. y datan del período del Segundo Templo.

La ubicación del sitio y su diseño, los rollos hallados en las cercanías y las simples vasijas de cerámica de los habitantes son testimonio, en opinión de de Vaux, de un asentamiento de la secta esenia. Sabemos además de la presencia de los esenios en el del
Desierto de Judea y cerca Mar Muerto por los escritos de Plinio el Viejo (Historia Naturalis V, 17).
La opinión de que Qumrán era un centro esenio es refutada por aquellos que suponen que el lugar fue una villa, una posada o una fortaleza. Esta opinión no es apoyada por evidencias arqueológicas y la mayoría de los estudiosos aceptan la interpretación de de Vaux. Recientemente se encontró en Qumrán un ostracón (tiesto inscrito) con varias líneas en escritura hebrea. Es un contrato en el que un hombre llamado Honi dona sus posesiones, incluido un edificio, un olivar y un huerto de higueras, a un grupo llamado yajad (hebreo, juntos). Si esta lectura es correcta, sirve de evidencia para identificar a la secta que vivía en Qumrán, y el nombre por el cual los miembros del grupo se designaban así mismos. Este término aparece en otros manuscritos de los esenios.

QUMRAN
A fines del período del Primer Templo (siglos VIII - VII AEC) se estableció el primer asentamiento en el lugar. Se hallaron restos diversos de una pequeña granja fortificada o un fuerte judío. El sitio fue identificado por algunos como Secaca, o la Ciudad de la Sal, dos de las seis ciudades en el desierto territorio de Judá. (Josué 15:61-62).

El asentamiento en Qumrán se renovó a fines del siglo II AEC, probablemente durante el reinado del rey hasmoneo Juan Hircano I, cuando la estructura existente fue restaurada y ampliada. Entonces, a comienzos del siglo I AEC, durante el reinado de Alejandro Janeo, una renovada construcción determinó el diseño del lugar hasta su destrucción. Se construyó un acueducto desde un risco encima de Wadi Qumrán, varios cientos de metros al este del lugar. El agua de las inundaciones invernales era recolectada en un embalse a los pies del risco y de ahí fluía en el acueducto a Qumrán y llenaba las numerosas cisternas y mikvaot (baños rituales). El abastecimiento de agua era esencial para un asentamiento permanente en Qumrán, ya que las temperaturas de verano son extremadamente altas en el lugar.

Excavaciones en el exterior

El plano de Qumrán es único, no se parece en nada a otros asentamientos de la época con sus numerosos salones grandes, que indudablemente servían para funciones públicas y su número relativamente pequeño de barrios residenciales. La principal entrada al asentamiento estaba en el norte, a los pies de la torre de vigilancia. Las murallas de los edificios estaban hechas de piedras juntadas de los pies del risco y revestidas con un grueso estuco blanco grisáceo. Las ventanas y los umbrales estaban construidos con piedras bien labradas y los techos, como era común en ese período, eran de vigas de madera, paja y estuco.

El edificio principal de Qumrán tenía varias habitaciones, algunas obviamente de dos pisos de altura, dispuestas en torno a un patio central. En el extremo noroeste había una torre de vigilancia con murallas particularmente gruesas que se elevaba por encima del resto del asentamiento. La torre servía como punto de observación y advertencia y protegía al asentamiento contra las invasiones de tribus del desierto. Una habitación con bancos construidos a lo largo de sus paredes servía probablemente como punto de reunión para los miembros de la comunidad y probablemente como lugar para el estudio de la Torá (Biblia). Otros edificios, al sur y al este de la estructura principal, contenían largos salones, habitaciones y baños rituales. Uno de los grandes salones era para reuniones y servía como refectorio. En una bodega y en la cocina adyacente se encontraron pilas de cientos de vasijas de cerámica y un gran número de pequeñas fuentes para alimentos. En la parte sudoriental del sitio se descubrió un taller en el que se fabricaban las vasijas de cerámica para el uso de la comunidad. El taller incluía una batea para la preparación de la greda, una rueda de alfarería hecha de piedra y dos hornos redondos.

 Paisaje que rodea el emplazamiento, lugar de múltiples
cuevas. En una de ellas se descubrieron los pergaminos

A lo largo de todo el sitio se encontró un gran número de mikvaot (baños rituales). Excavadas en el suelo de marga, estaban impermeabilizadas con un grueso estuco gris. La amplia escalinata que conducía a su punto más bajo estaba a veces separada en el medio por una baja pared (20 cm.de alto) que separaba a los que descendían a la inmersión de quienes subían después de haberse purificado. Los baños rituales eran alimentados con agua del acueducto. Mikvaot similares a las de Qumrán eran típicas en los edificios públicos y privados de Jerusalem y de otros lugares durante el período del Segundo Templo. La Mishná (Masejet Mikvaot) señala la importancia de la inmersión en el agua para la purificación espiritual y enumera los requisitos para tales baños rituales. Las mikvaot en Qumrán estaban construidas de acuerdo con estos requisitos. Es inusitada la gran cantidad de estas instalaciones en Qumrán y el tamaño de algunas de ellas, en proporción al asentamiento. Estas probablemente servían a los miembros de la comunidad para inmersiones comunitarias, una parte central de sus rituales diarios.
Un terremoto dañó seriamente los edificios y las mikvaot de Qumrán en el año 31 AEC. Las excavaciones revelaron grietas en las paredes y una gruesa capa de cenizas de un incendio desatado en el lugar. El terremoto es mencionado por Josefo (Antigüedades 15, 121 y en adelante; Guerras I, 370 y siguientes).

El asentamiento en Qumrán fue abandonado inmediatamente después, hasta comienzos del siglo I EC, cuando miembros de la comunidad regresaron y se establecieron allí una vez más. Restauraron los edificios antiguos y los usaron, con varias adiciones y modificaciones. En el edificio principal había una gran habitación en la que se encontraron restos de bancos o mesas bajas hechos de barro y cubiertos con estuco por afuera, así como pequeños tinteros de greda. De acuerdo con el excavador, estos hallazgos indican que la habitación era un scriptorium, donde los escribas del asentamiento copiaban las sagradas escrituras y las leyes que regían a la comunidad.

Quizás sólo una docena de los líderes de la comunidad vivían permanentemente en Qumrán. La mayoría de los miembros de la secta, que probablemente alcanzaba un total de varios miles, vivían en pueblos y ciudades. Una gran comunidad esenia vivía en Jerusalem (de acuerdo con Flavio Josefo, el nombre de la puerta en la muralla sur de Jerusalem, en el Monte Sión, se llamaba la Puerta de los Esenios). Los miembros de la secta vivían por algunos períodos de tiempo en el desierto cerca de Qumrán, y durante las festividades y eventos comunitarios llegaban muchos más y vivían en las cercanías en carpas, cabañas y cuevas. En un estudio y excavaciones efectuados recientemente en las cuevas en las laderas de marga al norte del lugar, se encontraron vasijas de cerámica, lo que indicaría el uso de las cuevas para propósitos de vivienda. Círculos de piedra en las cercanías indican además la existencia de un campamento de tiendas.

Los edificios en Qumrán estaban encerrados en el este por una pared de grandes piedras. Detrás de ellas, las terrazas de marga se extendían por varios cientos de metros antes de terminar en un acantilado. Sobre esta superficie de marga había un gran cementerio con más de 1.000 tumbas, en hileras orientadas de norte a sur. Unas pocas de ellas fueron excavadas, revelando tumbas individuales muy simples, cavadas en la marga y cubiertas con una pila de piedras. La mayoría de los sepultados eran varones, aunque en el extremo del cementerio había también tumbas de mujeres y niños.

El asentamiento en Qumrán fue destruido durante la Guerra Judía contra Roma en el año 68 EC, y nunca fue repoblado.




LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO
Rollos y otros objetos del período del Segundo Templo fueron encontrados en varias cuevas cerca de Qumrán, tanto en cuevas naturales como en los duros acantilados de piedra caliza al oeste del lugar y en cuevas excavadas en los acantilados de marga junto a Qumrán. Cuando el ejército romano se acercaba, los habitantes de Qumrán huyeron a las cuevas y ocultaron en ellas sus documentos. El seco clima de la región del Mar Muerto preservó dichos manuscritos, escritos en pergaminos, durante 2.000 años.
En la cueva No. 4, en el acantilado de marga al sur del sitio, los excavadores encontraron apenas 15.000 pequeños fragmentos de unos 600 manuscritos diferentes. Individuos en tiempos antiguos o beduinos modernos pueden haber retirado rollos de esta cueva, dejando solamente desechos. Esta cueva fue utilizada por los esenios como guenizá, un lugar para guardar textos sagrados deteriorados.
En las décadas de 1950 y 1960 fueron estudiadas y excavadas muchas cuevas en los cañones del Desierto de Judea a lo largo del Mar Muerto. Los documentos encontrados allí, y en las cuevas alrededor de Qumrán, incluyen copias de todos los libros de la Biblia (excepto el Rollo de Ester). El más famoso de ellos es el rollo completo de Isaías, que fue escrito en algún momento entre el siglo II AEC y la destrucción del lugar en el año 68 EC. Esta fecha se confirmó recientemente por una examinación de radiocarbono de una muestra del pergamino del rollo. Los libros de la biblioteca de Qumrán son considerados las copias más antiguas que existen de los libros de la Biblia. Tambien se encontraron en las cuevas cerca de Qumrán escritos de la secta esenia, cuyo centro espiritual estaba situado en ese lugar, 200 años antes de la destrucción de Jerusalem y del Templo.
Excavaciones en las cuevas de vivienda al norte de Qumrán fueron conducidas bajo la dirección de H. Eshel de la Universidad de Bar-Ilán y de M. Broshi del Museo Israel.

Fotos © Juan Jesús Ruiz González
Textos extraidos de la web del Ministerio de Asuntos Exteriores Israelí

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