sábado, 22 de mayo de 2010

Paseo por el Mar de Galilea.

El Mar de Galilea, también llamado Mar o Lago de Tiberíades y Lago de Genesaret es un lago de agua dulce de Asia occidental, situado en la región del Próximo Oriente, y perteneciente a Israel, incluida una estrecha franja costera de 10 metros de anchura en su costa nororiental.

Su origen es tectónico, asociado al complejo del Valle del Gran Rift africano, de 21 km de longitud norte-sur y 13 km de longitud este-oeste, con una profundidad máxima de 48 m y una altura de 212 m bajo el nivel del mar (aprox. la mitad de lo que está el Mar Muerto bajo el nivel del mar, pero éste es hipersalado), lo que convierte al Mar de Galilea en el lago de agua dulce más bajo del mundo. Su punto de mayor profundidad se halla a 260 m bajo el nivel del mar, en tanto que su circunferencia máxima es de 53 km y su superficie de 166 km². Se ubica en las coordenadas 32°50′N 35°35′E / 32.833, 35.583.
Aparte de muchos otros manantiales, su mayor aporte hídrico procede de las aguas del río Jordán, que desemboca por su lado norte, y el cual desagua del lago por su lado sur. Ciudades notables a sus orillas son Tiberíades y Ein Gev. Las recientes obras de canalización han permitido el abastecimiento de agua dulce a las ciudades, así como la irrigación agrícola hasta el desierto del Néguev, al sur del país. Provee cerca de un 30% del agua potable para riego y consumo de Israel.
 
Este lago es importante para los cristianos, ya que creen que sobre estas aguas Jesús caminó en sus orillas. El lago se menciona en la Biblia desde la época de los reyes de Israel. En la orilla oeste se sitúa la ciudad de Tiberíades, construida por Herodes en honor al emperador romano Tiberio.

Fotos © Juan Jesús Ruiz González 2010
Textos extraidos de la web Wikipedia

martes, 18 de mayo de 2010

Cafarnaúm, la casa de Pedro

 

Es Cafarnaún el lugar donde Jesús vivió y en el que los Evangelios nos narran el mayor número de episodios de su vida.

Dejando a Nazaret Jesús vino a Cafarnaún (Mt 4,12-17; 9,1). Unido a Pedro paga la tasa del Templo de Jerusalén (Mt 17,24-27). Aquí llamó a los primeros discípulos (Mt 4,18-22; 9,9-13; Mc 1,16-20; 2,13-17; Lc 5,1-9; 5,27-32). Cura a un endemoniado (Mc 1,21-28; Lc 4,31-37). Cura a la suegra de Pedro (Mt 8,14-15; Mc 1,29-31; Lc 4,38-39). Cura a un paralítico (Mt 9,2-8; Mc 2,1-12; Lc 5,18-26). Cura al criado del Centurión (Mt 8,5-13; Lc 7,1-9; Jn 4,46-54).



En la Sinagoga de Cafarnaún en diversas ocasiones enseña y se declara El mismo "pan bajado del cielo" (Jn 6,26-59). Probablemente también otros episodios ocurrieron en Cafarnaún como el de la hemorroisa y la hija de Jairo (Mc 5,21-43), la curación del hombre de la mano seca (Mc 3,1-6). La Madre de Jesús estuvo también en Cafarnaún (Jn 2,12; Mc 3,21-31; Mt 12,46-50; Lc 8,19-21).

La actividad de Jesús se desenvuelve en las orillas del Lago, en la Sinagoga y en la "casa de Pedro" y Andrés, su hermano. (Mc 1,29).


 

La casa de Pedro no fue sólo residencia de Jesús sino también lugar donde Jesús impartía enseñanzas particulares a los suyos. Es, pues, esta casa la imagen de la Iglesia. Marcos hace particularmente notar este sentido de Iglesia que tenía la casa de Pedro. Habiendo ya proclamado las Parábolas y otras enseñanzas no lejos de Cafarnaún, en Tabgha, en la casa de Pedro daba enseñanzas privadas: "A vosotros os ha sido confiado el misterio del Reino de Dios; a los de fuera se les ha explicado todo en parábolas" (Mc 4,11). Se declaran distintos los de fuera de los de dentro que permanecían sentados a los pies de Jesús escuchando sus palabras. Son los muros de esta casa de Pedro, y la sala misma principal de la casa que se vió venerada por la primera generación de cristianos, la que fue trasformada en Iglesia, lugar de reunión y de culto.

 

El evangelista san Marcos nos describe en el capítulo tercero que Jesús estaba hablando en la sala principal de la casa a los que le seguían. Y que era tanta la gente, que ocupaban no solo la sala, sino también los patios y la entrada de la casa. En esto vienen de Nazaret su Madre y sus hermanos preocupados porque decían de Jesús que estaba loco. Al saber Jesús que su Madre y sus hermanos le buscaban dijo: aquellos que hacen la voluntad de mi Padre son mis hermanos, hermanas y madre. Los miembros de la casa de Pedro, de su familia y los que a ella se agregaban iban formando la nueva familia del Padre.

En el 1968 se reanudaron en Cafarnaún las excavaciones arqueológicas, en la zona de la isla n. 1, llamada sagrada porque en ella está la casa de Pedro, y existían los restos de una iglesia octogonal del siglo V que ya se había descubierto el año 1921. Habiendo sido levantado el mosaico, fueron encontrados tres estratos principales: En el primero se encontráron restos de casas privadas construidas en el siglo II antes de Cristo y se vieron habitadas hasta el siglo IV de nuestra era. En el segundo estrato, restos de la Domus-Ecclesia, es decir, la adaptación de la casa para reuniones de culto; en el tercer estrato: restos de la iglesia octogonal del siglo V.



Se han encontrado además fragmentos de revestimiento de color que adornaban la sala. No se encuentra aquí cerámica casera. Se ha de advertir que en todo Cafarnaún excavado es la sola sala con revestimiento en las paredes y en el pavimento. Esto nos lleva a concluir que la casa de Pedro, la sala venerada ya en la segunda mitad del siglo II era usada para reuniones de la Comunidad.

Sin interrupción en la ocupación de este lugar hasta fines del siglo IV se efectuan grandes cambios. La zona entera de la isla sacra fue circundado por un muro aislándola del resto de la ciudad en un perímetro de 112,25 m. Dos puertas abiertas respectivamente en los ángulos Nordeste y Suroeste daban acceso a la isla. Estos cambios llevaron a destruir algunas casas y establecer como centro de la isla la venerada sala, la que también sufrió algunos cambios. Fue puesto un nuevo pavimento y un nuevo techo, y en el interior fue dividido el espacio en dos partes por medio de un arco en dirección Norte-Sur. El muro del Norte fue también reconstruido mientras los otros tres permanecieron intactos. Al lado oriental fue preparado un atrio rectangular. La nueva disposición así como la construcción dividida en tres partes con un atrio al este y teniendo como centro un punto al oeste en el muro dieron al lugar un carácter típico de los edificios cultuales. Desde el punto de vista arqueológico esta Domus-Ecclesia del siglo IV constituye un hallazgo importante.


Un testimonio de la transformación de la casa de Pedro en Domus-Ecclesia nos lo ofrece el texto atribuido a la peregrina Egeria que visitó Tierra Santa al final del s. IV: "En Cafarnaún está la casa del Príncipe de los Apostoles (Pedro) que fue trasformada en iglesia, aunque las paredes quedaron las mismas". Las excavaciones arqueológicas han demostrado que esta descripción era fiel. Los abundantes restos de revestimiento con grafitos abundantes de peregrinos (en griego, arameo, siríaco, latín) en los que se invoca al Señor Jesucristo y a Pedro o que reproducen invocaciones litúrgicas y se adornan con cruces, confirman que el lugar era visitado y tenido en gran veneración por los cristianos.


Hacia la mitad del siglo V toda la isla sagrada se vió cubierta por una iglesia octagonal que fue obra de los bizantinos. Se ha de notar que para perpetuar la memoria de Pedro en su casa construyeron el octágono central sobre la sala venerada.

El Anónimo de Piacenza pasando por Cafarnaún hacia el 560-570 recuerda esta transformación: "Después llegamos a Cafarnaún a la casa de Pedro que ahora se ha convertido en Basílica".


Siguieron después siglos de abandono y Cafarnaún dejó de poderse localizar. El renacer de Cafarnaún se inició en este mismo siglo con la llegada de los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa al puesto en el año 1894.

El actual Memorial intenta conservar y proteger las veneradas ruinas del lugar donde Pedro hospedó al Maestro de Nazaret. Ofrecer al mismo tiempo a los peregrinos que visitan Cafarnaún la posibilidad de celebrar la Eucaristía sobre la casa de san Pedro en la ciudad en la que Jesús dijo: "Yo soy el pan bajado del cielo" (Jn 6,41).

Fotos © Juan Jesús Ruiz González 2010


 

Copyright 2010 Peregrinación a Tierra Santa.

Fotos de Juan Jesús Ruiz González.
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